El pasado 31 de Octubre celebramos en este restaurante el cumpleaños de mi mujer y tengo que decir que fue un fiasco en toda regla. Poco se puede salvar de la experiencia, lo mejor la compañía, siempre está ahí, el resto cogido con pinzas.
Este establecimiento está situado dentro del Estadio Santiago Bernabéu, cuna del madridismo. El emplazamiento es curioso, pero que te toque mirando a la calle Concha Espina, no supone ningún aliciente extra para cenar aquí. Pero realmente lo importante es la comida, lo satisfecho o no que te resulte. El ambiente y la atención es aderezo, eso sí, puede sumar o restar muchos puntos.
Aprovechando una oferta por internet de 50% de descuento en carta nos encaminamos hacia allí para cenar. Aparcamos en el parking del centro comercial de la Esquina del Bernabéu, por cierto un robaco a mano armada, está mal cuidado y los sitios son estrechos. Tienen aparcacoches, pero a mí particularmente no me gusta este servicio, es una manía, nada objetivo. Quizá merezca la pena darse una vuelta y aparcar en la calle, pero al ser un día especial no nos complicamos la vida y fuimos a tiro hecho.
Entramos por la puerta correspondiente, cogimos el ascensor y salimos directamente al restaurante, a la recepción, en el que estaban dos personas, no muy agradables, con un ordenador de Apple para dar empaque al lugar, todo fue muy impersonal, nos dijeron que pasáramos y esperáramos a que nos asignaran mesa, en pocos minutos nos acompañaron a la misma. El lugar estaba a rebosar, con una decoración potente, vamos llama la atención, muchísimas mesas y bastante bullicio. La verdad poca sensación de tranquilidad, no me pareció un sitio para pasar un rato de asueto y relax.
Dejemos los preliminares y centrémonos en la comida, elegimos dos entrantes, dos principales, dos postres y un vino blanco.
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Entrantes |
Empecemos con los entrantes que fueron unos
Rollitos Vietnamitas y unos
Langostinos crujientes sobre Nido de Patatas. Los rollitos correctos, pero no destacables, los esperaba con mejor textura y sabor, debido al lugar en el que estábamos. La decepción fue el segundo entrante, escaso, sin sustancia, me dejo como estaba. El nido de patatas era minúsculo y envolvía al langostino que ni se intuía. Un verdadero fiasco. Éramos dos comensales y pusieron tres langostinos. Seré bien pensado, seguro que lo hacen para que compartamos y comentemos el plato. Pues allá voy, resulta vacío, sin sabor, no aportan nada las patatas, enmarañan al langostino. La comida asiática en general es puro sabor y contraste y esto resultó insustancial. Poner un plato así en la mesa, de verdad, en un gran porcentaje de veces resulta fallido. Espero que lo revisen porque es un gran error.
De platos principales nos decidimos por
Solomillo de Buey al Teppanyaki con Verduras de la Huerta y
Teppanyaki de Atún Rojo.
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Solomillo de Buey al Teppanyaki y Verduras de la Huerta |
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Teppanyaki de Atún Rojo |
Ambos resultaron escasos, las verduras de la huerta, seguro que lo son como todas, pero no aportaban nada a los platos, ya que ni estaban frescas, ni en su punto. El solomillo mejor que el atún. El pescado de rojo sólo tenía el nombre, pasado y tres mínimos trozos, parecía una tapa, eso sí de 21,50€. El atún rojo es jugoso en boca y este estaba como una alpargata y además la salsa confundía más que aportaba. El solomillo hay que decir que estaba mejor, pero nada del otro mundo, buena materia prima el buey, pero no consiguen un plato digno de mención. Desaprovechado.
Que en un asiático los postres sean lo mejor, chirría. Tarta de Queso y Coulant de Chocolate. Estaban ricos, nos supieron a gloria después de los fracasos anteriores. Acompañados de helado y fruta, resultaron refrescantes.
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Postres |
Querría comentar el tema del vino, pedimos un Albariño, lo mejor de la noche, se me paso apuntar cual era, error por mi parte, pero lo que quisiera contaros fue el servicio que nos dieron con la cubitera para mantenerlo frío. ¿Habéis compartido alguna vez cubitera para el vino con otra mesa?. En este lugar debe ser algo común porque nos lo hicieron, de verdad que sí, no me lo invento. Me resultó surrealista, con lo gocho que yo soy, no sé como no me serví del vino de la mesa de al lado. No se si es por falta de espacio o es una nueva moda en los restaurantes que desconocía hasta ahora.
Me quedé bastante insatisfecho con la comida y el servicio en Zen Market, creo que buscan demasiado el negocio y la rentabilidad y dejan al cliente en un segundo plano. Muchas mesas, mucho nombre, está en el Bernabéu, pero rácana atención, platos insulsos y escasos que no destacan y muy muy caro, menos mal que fuimos con descuento. Tuve la sensación de estar en una cadena de restaurantes como Foster Hollywood o Tony Roma's, pero con comida asiática. Eso sí los primeros tienen algunos platos que mencionar, Zen Market no.
Puntuación en Gochitos.
http://www.zenmarket.es/esp.html
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