Primero comentaros que visitar este restaurante es una experiencia global, no sólo es la comida, es la decoración, el servicio, la compañía, el ambiente, es un todo. Es el gocheo pero a lo fino, sustituid el comer copiosamente, por el disfrute pausado de los sabores; llenar el buche, por saborear cada plato como si fuera el último. Es de esos lugares en el que se juntan los astros para ofrecerte una gran velada en un ambiente tranquilo y acogedor. El conjunto te lleva a la máxima satisfacción. Os invito a conocerlo, volveréis.
Quisiera comentaros que si sois principiantes en comida oriental, o simplemente queréis probar un poco de todo, lo mejor es decidirse por alguno de los menús que ofrece.
Carta Café Saigón
Preciosa escalera |
Una pequeña barra nada más entrar, un sofá y unas butacas para esperar, si es el caso, es lo que te encuentras al entrar. Si se puede elegid la planta de arriba, quizá más íntima. si vais en grupo disponéis de reservados o quizás es más cómodo la parte de abajo, más amplia.
El local admite desde comidas íntimas, de grupo, familiares, de empresa, amigos, está adaptado a cualquiera forma de disfrutar de una excelente velada.
Por si hay que esperar |
Un ambiente íntimo |
Salón 1ª planta |
Las mesa en la que comimos adecuada para dos personas, con su cubitera ya preparada de antemano con agua, por si la sed apremiaba, nos pedimos un par de cervezas Mahou, como debe ser, es la marca gocha de referencia junto con Estrella Galicia.
Una buena Mahou para abrir boca |
Nuestra elección fue la siguiente
Rollitos imperiales Café Saigón |
Una auténtica delicia, sabroso, en un punto de fritura perfecto, jugoso que junto al punto de frescura de la menta, la hoja de lechuga y el pepino, forman un conjunto perfecto para abrir boca. No soy de pepino, pero en esta ocasión era un perfecto acompañamiento para el plato.
Pato caramelizado con semillas de sésamo |
Se puede pensar en un plato que va a estar dulce que tira para atrás, pero no fue así, se convirtió en el plato de la noche, estaría mojando la salsa todavía si hubiera tenido pan. El mejor pato de mi vida, lo recordaré mucho tiempo. Estoy salivando al recordarlo.
Vieiras al lemon grass |
La delicia de la noche, que finura. Un trocito de calabacín, un puré de berenjena, vieira y virutas de pimiento rojo y verde. ¿Y el lemon grass?. Me he informado, es un hierba parecida externamente al puerro o ajo tierno, pero con sabor cítrico y agridulce a la vez. Creo que estaba incorporado al puré de berenjena, por el curioso sabor que tenía. Por cierto el conjunto en boca era redondo, una exquisitez.
Arroz Café Saigón |
Que buena idea de servir el arroz como último plato, para poder así acompañar y acompasar con los platos principales, aporta un montón. Estaba exquisito por si solo, suelto y con buen sabor, excelente final.
Como casi siempre nos pasa con la comida asiática no tomamos postre, el cuerpo no me lo pide, cosa extraña en mí, no los suelo perdonar. Acabamos con unos cafés descafeinados, ya casi en la cuarentena los cafés nocturnos hacen estragos en el sueño.
En cuanto al precio fue adecuado 50,92€, eso si con un 30% de descuento incluido. Ir con esta rebaja te anima a volver y seguir probando platos y más platos.
Servicio exquisito, presentación esmerada, comida sabrosa, precioso local y mejor compañía
Por todo esto que os he contado y por las otras veces que he visitado esta cuna de la comida oriental en Madrid le vamos a dar la excelencia de 5 gochitos, mi máxima puntuación.