Gocheando en Café Saigón

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lunes, 25 de abril de 2016

Mesón Despeñalagua, Valverde de los Arroyos. Más que correcto


MESÓN DESPEÑALAGUA



Visitar Valverde de los Arroyos y realizar la ruta a la Chorrera de Despeñalagua es algo imprescindible. Y después de 1 hora y media de ruta comer en el pueblo es un acierto hacerlo en alguno de los restaurantes de la zona y dejar el dinero que siempre viene bien a la economía de la zona. Nos decidimos por este restaurante, sobretodo por la ubicación, está casi en el mismo inicio de la ruta a la Chorrera de Despeñalagua, de donde coge su nombre.

La carta es relativamente corta, como viene siendo habitual cada vez más en los restaurantes, después de una crisis tan profunda, ajustar costes ha sido primordial, pero aún así no tuvimos pega ninguna. Nos decidimos por una tabla de ibéricos y unas croquetas de corzo de entrante y después nos pediríamos un segundo plato para cada comensal.


TABLADE IBÉRICOS


CROQUETAS DE CORZO

Los entrantes estuvieron bien, la tabla de ibéricos me sorprendió que no llevaba jamón, pero se compenso con un lomo exquisito y con un chorizo y salchichón muy sabrosos. Las croquetas tienen una mención aparte. Ocho croquetas muy grandes, con una besamel perfecta y muy buen sabor, se notaban los trozos de corzo. Recomiendo que se visitáis este lugar las pidáis, os gustarán.

En cuanto a los segundos platos, tuvimos pequeños problemas, que la verdad que el buen servicio de los camareros supieron subsanar. Pedimos un entrecot, dos somarros de matanza y unas chuletillas de cordero. Antes de esto preguntamos al camarero que era el somarro y nos dijo que era lo mismo que el secreto de cerdo, en esta zona lo llaman así. Al lío, al rato de pedir los 2º platos el camarero nos avisa que se han quedado sin somarros, piden disculpas y nos decidimos por pedir dos de chuletillas. Es una pena que pasen estas cosas, pero sería conveniente que hubiera más comunicación entre camareros y cocina, o una mejor previsión de comprar más cantidad de comida, para que no les vuelva a pasar. Eso sí hay que decir que reaccionaron rápido y nos ofrecieron alternativas. Además nos invitaron a los postres (un flan de queso que quitaba el hipo) y los cafés por las molestias ocasionadas. Esto es un punto a su favor, denota profesionalidad y buen servicio.



CHULETILLAS DE CORDERO

ENTRECOT

Lo importante es la comida y las chuletillas y el entrecot estaban muy bien hechos, con el punto que se pidieron y muy jugosas ambas carnes, aunque creo que las chuletillas acabaron ganando con cierta holgura.

Comentar lo bonito del salón comedor que esta en la zona alta con el tejado visto en madera, muy acogedor y con grandes ventanales. Correcta la separación de mesas, resultaban amplias y con asientos cómodos.

COMEDOR


Pasamos una buena velada en familia, con viandas más que correctas y un precio medio, por menos de 100 Euros con un vino Finca Río Negro, 7 meses en barrica, de Cogolludo #Guadalajara (todo un acierto).

FINCA RÍO NEGRO


Buen restaurante con un servicio y comida adecuado a lo que se ofrece. Fue un buen cierre a un día redondo.


Puntuación en gochitos






3 comentarios:

  1. Fue un acierto reservar con antelación la comida en este restaurante ya que los fines de semana Valverde se llena de turistas que, al igual que nosotros, quieren conocer la zona y realizar la ruta a la chorrera. De otro modo no hubiéramos podido comer aquí. La comida estaba buena, sin pretensiones, pero correcta aunque la espera fue larga porque estaban un poquito desbordados por la afluencia de clientes. Aunque supieron subsanar la tardanza con unos platos sabrosos y bien elaborados y un detalle en la nota final. Muy muy recomendable.

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  2. Estuvimos en este mesón tomando un aperitivo cuando hicimos una ruta por los pueblos de la Arquitectura Negra, no nos quedamos a comer porque aún era pronto y continuamos a Campillo de Ranas.
    Es muy bonita la plaza de Valverde de los Arroyos donde se encuentra este restaurante, sencillo pero con una rica comida típica de la zona. En cuanto al vino Finca Río Negro, está muy bien y es de las pocas bodegas que hay en la provincia de Guadalajara. Con una reducida cosecha, las visitas y catas que organizan merecen mucho la pena.

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  3. La visita al pueblo de Valverde de los arroyos siempre es una gran sorpresa. El sitio es precioso, con mucho encanto y la ruta hacía la chorrera una autentica delicia. Además si a todo esto lo acompañas con una buena comida, con precios razonables y buen trato, no se puede pedir más. Aunque la carta sea corta, lo que importa realmente es la calidad de la comida.

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